La excelencia significa introducir la simplicidad en lo inesperado, creando nuevas formas y maneras de transformar el café en algo extraordinario.

 

Así nació el Coffee Design. Todo comenzó en 2001, gracias a la colaboración entre el chef Ferran Adrià y el centro de formación Lavazza, un verdadero laboratorio de sabor en el que creaciones como el caviar de café, el Cappucino Nitro o el Coffee Lens cobran vida: experimentos que exploran el vínculo inextricable entre la gastronomía y el café. El resultado de esta sinergia inicial entre Lavazza y el chef español, conocido como el alquimista de la alta cocina, se conoce como Èspesso: el primer café sólido de la historia.

 

En los años siguientes hubo un intercambio constante entre Lavazza y los mejores chefs italianos e internacionales: Massimo Bottura, Carlo Cracco, Davide Oldani y Ferran Adrià son solo algunos de los maestros de la alta cocina que colaboran con Lavazza para volver a analizar la forma en que el café puede servirse y saborearse.

 

Un movimiento pionero que puede llevar la pasión por el café hasta el límite, mejorando sus propiedades y elevándola a una forma genuina de arte culinario.