CAFÉ PENDIENTE: REALICE UNA BUENA ACCIÓN MIENTRAS TOMA CAFÉ
Durante los últimos cinco años, una vieja costumbre italiana se ha extendido por todo el mundo y no deja de ganar seguidores: el “caffè sospeso” o café pendiente, en español.
“Dos cafés, por favor. Uno para mí y otro pendiente”. Así es como los participantes en este proyecto piden un café en el bar. En todo el mundo, los voluntarios apoyan esta idea e invierten su tiempo en la creación de sitios web con información y listas de los locales que se adhieren a la iniciativa y en la publicación de entrevistas para dar a conocer el proyecto del “café pendiente”.
¿Cómo funciona? El barista que recibe el pedido cobra dos (o más) cafés, sirve uno al cliente y anota el resto para regalarlos a los necesitados. Cualquier persona que no pueda permitirse un café puede ir a un bar, preguntar si hay un “café pendiente” y disfrutar de uno de forma gratuita.
Esta costumbre se originó en Nápoles, la ciudad del café por excelencia, y se remonta a principios del siglo XX. En una era de penurias económicas, alguien inició la costumbre de pedir un café y pagar dos, dejando así un café “pendiente” ya pagado para aquellos que no se lo podían permitir.