La sonriente Séverine Doyen es chófer oficial de Roland-Garros.
Desde las eliminatorias hasta la final, conduce a estrellas del tenis de todo mundo a su destino. Además de ellos, también hay socios, gerentes, entrenadores y representantes de la Federación.
Frente a un espresso doble de Lavazza nos confía que su trabajo, a menudo, la lleva a asumir otros roles: confidente, amiga e incluso DJ.