David es el jefe de los recogepelotas y dirige un equipo de más de 300 personas que se reúne cada año en París durante las tres semanas del Roland-Garros.
“He trabajado en esto desde 2003 [...], es una celebración del tenis, y es un placer estar aquí”, nos cuenta mientras degusta un cappuccino helado para refrescarse. La mayoría son chicos de entre doce y dieciséis años de escuelas de todo el país.