La productividad de los sistemas agrícolas en Tanzania es demasiado baja para proporcionar los niveles adecuados de ingresos y seguridad alimentaria, así como oportunidades de inversión en las empresas.
Los pequeños agricultores se enfrentan a desafíos como un suelo que no es lo suficientemente fértil, el cambio climático, el acceso a la información actualizada y los servicios de apoyo a la agricultura.
También existe una falta de organizaciones de agricultores profesionales bien gestionadas, y estos no cuentan con las habilidades ni los conocimientos empresariales y agrícolas necesarios para pasar de la agricultura de subsistencia a niveles más competitivos y emprendedores.
La Fundación Lavazza, en colaboración con la Fundación Hanns R. Neumann Stiftung (HRNS), se centra en la mejora de las habilidades de los agricultores y de sus estructuras organizativas con el fin de ofrecerles las herramientas adecuadas para que puedan ser cada vez más competitivos en el mercado.
Las intervenciones del proyecto se relacionan con toda la cadena de valor: desde la producción hasta la comercialización, incluyendo cuestiones esenciales como la seguridad alimentaria, la diversificación de la producción, la adaptación al cambio climático, las cuestiones relacionadas con la revalorización del papel de la mujer y la creación de oportunidades para los jóvenes.