Mathilde Chatellard aprovecha los descansos para disfrutar de un refrescante Iced Latte de Lavazza. Después de varias horas al sol, en la primera línea de Roland-Garros, llega la bebida helada.
Mathilde pasa muchas horas bajo el sol a unos metros de los tenistas más famosos del mundo, no como parte del público, sino como jueza de línea.
Es un trabajo difícil que requiere una concentración absoluta. Mathilde, como buena profesional, no se deja distraer. Sin embargo, a veces es difícil, especialmente cuando trabaja en la famosa pista Philippe Chatrier. Allí es difícil olvidar que millones de fans de todo el mundo la observan.