Se beberá con una pajita y se preparará introduciendo la cápsula de café en la máquina ISSpresso: blanca y de 20 kg de peso, fabricada por Lavazza y la empresa de ingeniería aeroespacial turinesa Argotec.
Un sistema eléctrico «no convencional» se ocupará de aspirar y poner a presión el agua, que luego atravesará un tubo especial de acero capaz de resistir a la presión del espacio: en la tierra es suficiente un simple tubito de plástico.
Hace aproximadamente diez años, en 2004, el calendario Lavazza llevaba el café al espacio. Era un sueño: el sueño de lanzar en órbita el espresso Lavazza y su taza más allá de la atmósfera, a un mundo de café y azúcar.
El fotógrafo Thierry Le Gouès se había inspirado en Barbarella y en el imaginario
pop y fantástico de los años 60 y 70
Será la primera mujer italiana en el espacio y podrá ser la primera persona del mundo en beber un espresso en el espacio. Se llama Samantha Cristoforetti, es ingeniera mecánica, astronauta de la Agencia Espacial Europea y capitán de la Aeronáutica Militar, y habla ruso, alemán, inglés y francés.
Samantha ha sido asignada para la Misión Futura, la segunda de larga duración de la Agencia Espacial Italiana a bordo de la Estación Espacial Internacional: en noviembre de 2014 partirá con la nave espacial Soyuz.
Junto a Samantha y a la tripulación de la Misión Futura también se lanzará en órbita ISSpresso: la primera máquina espresso en cápsulas capaz de trabajar en las condiciones extremas del espacio, donde los principios que regulan la fluidodinámica de los líquidos y de las blends son realmente distintos de los típicamente terrestres.
Hoy existe el prototipo y los ingenieros Argotec están efectuando todos los controles funcionales y de seguridad pertinentes para llevar el espresso italiano al espacio.
Se participa en un proyecto futurista para dar espacio a la imaginación, para sorprenderse a sí mismos y a los demás, para innovar
¿Por qué se participa en un proyecto futurista?
Para dar espacio a la imaginación, para sorprenderse a sí mismos y a los demás, para innovar: Italia es famosa por esto. Patria de genios artísticos e innovadores científicos.
La humanidad no existiría sin innovación, y una gran empresa italiana debe ser visionaria.
Como lo ha sido su fundador, Luigi Lavazza, que a principios del novecientos inventó el concepto de blend: uniendo cafés de distintos orígenes se obtiene el café que bebemos cotidianamente en casa, en el bar, en el restaurante y en la oficina.
En el espacio no hace falta un café cualquiera, sino un excelente espresso italiano Lavazza.